10 diciembre 2007

Otro día más...

Hay días y días... creo que muchas veces he escrito esto en mi vida, más de las que debería, pero muchas veces nos hemos de sentar a reflexionar, quedarnos con nuestros pensamientos, absortos en la más tenue de las penumbras y divagar...
Pensar en nuestra vida, en nuestras inquietudes, anhelos, y sobre todo en cómo nos encontramos. No creo que tengamos mucho tiempo para reflexionar sobre esto, sobre lo que nos apetece, lo que nos hace ser un poco más felices...
Hoy me ha llegado un libro desde Francia, un regalo de alguien que me ha hecho pensar en la vida, en lo que te hace sentir bien, en lo que realmente necesitamos. La historia es larga de contar (el hecho de por qué alguien me envía un libro desde Francia... solo diré que es una persona encantadora y muy culta, abogada y mediadora judicial que le saca un partido a la vida increible).

En fin, que el libro en cuestión es "Elogio de la lentitud" de Carl Honoré y trata más o menos de cómo una vida sin prisas nos hace ser más felices, de la velocidad a la que vivimos, a la que trabajamos, a veces por inercia, sin pensar realmente en lo que hacemos y sin disfrutar de ello... segun este erudito, todo se resume en el EQUILIBRIO. Al final del libro hay una frase de un periódico que lo define como una guía inteligente y amena para personas agobiadas (YO?) que quieran reconducir su vida en casa, en el trabajo y en su tiempo libre.

La verdad es que no me había parado a pensar en lo que realmente me hace feliz... Ayer me duché tranquilamente, me senté a tomarme un café relajada... y de pronto de nuevo las prisas... que si tengo que hacer los ejercicios del curso de contabilidad, que si tengo que planchar la ropa, que si... y realmente no hice lo que me apetecía en ese momento, que no era otra cosa que en los folios de los ejercicios, ponerme a dibujar... solo eso, no se qué o como, pero me apetecía dibujar...

A veces solemos olvidar lo que queremos, lo importante, lo que deseamos... nos frustramos por que el otro no ha sabido colmar nuestros deseos, nuestras expectativas, nuestras necesidades... No todo se compra con dinero... hay cosas que valen tan poco... y que ilusionan tanto...

Necesito dejar volar mi alma, mis deseos, mis anhelos... dedicarme un tiempo, un minuto que no cese, que no se extinga, que no se me escape de entre las manos... necesito que no me digas que no hice o que no puedo hacer o lo que no soy y que alabes lo que hago, lo que soy realmente y lo que puedo llegar a hacer... Necesito que me mires sin artificios, sin juzgar o prejuzgar, que dejes que mi tiempo y mis ilusiones me lleguen... pero a su tiempo, sin prisas...

Necesito volver a ser yo.







1 comentario:

Virginia dijo...

Espera, espera.

Me he perdido algo.

En qué momento exactamente has dejado de ser tú?????


¡¡¡¡QUE ME DEVUELVAN A MI RUBIA, OIGA!!!


Lo que si que es cierto es que necesitas unas buenas vacaciones. Espero que te ayude el libro... muchas veces en ellos están las respuestas (qué te voy a contar). Yo he tenido un día perrísimo hoy, me hubiera gustado veros :( vivo pensando en el día 31, a ver si podemos estar todos juntos y descansar en grupo :)

te quiero mucho rubia, pero mucho mucho