08 mayo 2009

LECCIÓN DE ANATOMÍA

ENCONTRADO CUERPO PARA DISECCIÓN

La Cofradía de cirujanos de Ámsterdam, de la que Nicolaes Tulp era el anatomista oficial de la ciudad, permitía sólo una disección pública al año, y en invierno, para mejor conservación del cuerpo; y éste tenía que ser de un criminal ejecutado. Por ello, las clases de anatomía con disección fueron actos poco frecuentes y espectaculares, hasta el punto de convertirse en acontecimientos sociales. Tenían lugar en salas de conferencias que eran realmente teatros; en este caso era el Waag, un «teatro de anatomía». Podían atender a la lección estudiantes, colegas y el público en general, a cambio del pago de la entrada. Los espectadores están vestidos de manera adecuada a una ocasión social tan solemne.

Diseccionar, es dividir en partes para examinar y estudiar órganos.
El término "autopsia", deriva del griego: "acción de ver por los propios ojos".

En el S. XVII, cuando se iba a diseccionar o autopsiar un cadáver, se pagaba entrada ya que era algo novedoso, algo que había que ver con los propios ojos para poder creerlo. Hoy en día, cuatro siglos después, somos dados a diseccionar la vida ajena, estudiamos y examinamos las entrañas más profundas de la existencia. Si abrimos un cadáver solo podremos examinar los órganos inertes, los tendones y fibras ya, sin atisbo de vida. Si diseccionaramos un cuerpo vivo y aplicaramos los estímulos oportunos, podríamos comprobar cómo reaccionan los órganos ante tal desencadenante que generará una reacción funcional en el organismo. Podríamos ver como funcionan las entrañas mismas de la vida humana, pero, claro... tendríamos que ser patólogos, cirujanos o forenses para ello... Y hasta que punto nos interesa hurgar en las entrañas del ser humano? Hasta que punto podríamos equivocarnos al revolver el interior de un ser humano vivo?
El respeto por la vida humana, por las personas y sus órganos internos, siempre ha frenado el avance de la ciencia, por eso mismo, por respeto. Se diseccionaba a los criminales, a lo peor de la sociedad, pues nadie iba a poner en duda que no tenían valor humano o no el mismo "valor" que alguien socialmente aceptable. El caso es quién determinaba la validez de las personas, quién determinaba quien era o no escoria... La sociedad? Quien donaría su cuerpo a la ciencia? Yo desde luego, no. No me gustaría que revolvieran mis entrañas ni mis órganos... Por respeto, ni me dejaría diseccionar ni autopsiar... aunque igual para alguien mis entrañas serían de lo más interesantes...

5 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

ok Entiendo.

Anónimo dijo...

Interesante tema.

Moonlight y Paula dijo...

Me encantó la información que conseguiste sobre la disección humana (ya sabes, formación profesional, jajajaja)
Pero no te lies, estoy segura que nadie quiere hacer eso contigo... y si hay alguien, me lo dices!!!!!
Mil besos rubia.

Dhyrxios dijo...

Interesante....unnnnmmmmmm.....buena lección de anatomía forense seguramente pocas muy pocas saben de su existencia tan antigua.Quizás sea la solución para indagar en nuestra alma y así saber como curarla,angustioso asunto,el alma algo tan intangible.

Si alguna vez encuentra la manera de volver tangible ese sentimiento avisa que me gustaría hablar con el seriamente.

Me encanta los paseos de fin de semana, disfruto con tu presencia, permanezco atento ha tus palabras e intento ayudarte.La única pena seria de mi disposición ha tener solo un fin de semana para aprovecharlo contigo en nuestro sitio de siempre con una coca cola por delante y muchas,muchas cosas que contarnos.

Besitos